EDUCACIÓN: Una ocasión dispareja
La Opinion - December 21, 2007
By John Rogers y Jeannie Oakes
Hace unas semanas, la capital estatal se encendió de ideas y energía. El Superintendente Estatal Jack O’Connell invitó a Sacramento a más de 4,000 educadores, políticos y expertos a una reunión cumbre para pedirles que se enfrentaran "con honradez y valentía" al pernicioso problema de la disparidad en el desempeño académico entre estudiantes latinos y afroamericanos y los blancos y asiáticos.
Aun cuando era palpable la esperanza, lo notable fue que casi no se mencionara la otra ‘disparidad’ que existe —la del bajo nivel de desempeño de todos los estudiantes californianos comparados con los del resto del país.
En la más reciente "boleta de calificaciones del país", que es como se denomina la Evaluación Anual de Progreso Educativo o NAEP, se demostró que los estudiantes de cuarto y octavo grados en California tuvieron un menor desempeño que los mismos estudiantes en la mayoría de los estados del país tanto en matemáticas como en lectura.
Esta situación afecta a todos los estudiantes del estado, no importa de qué grupo racial provengan. Al lidiar con las disparidades, hay que tomar en cuenta esta con la misma seriedad.
Al enfrentarnos a la realidad de que los resultados de los exámenes de estudiantes latinos y afroamericanos son, en promedio, los más bajos en todo el país, es importante recordar que a los estudiantes blancos tampoco les va muy bien, y por un gran margen.
¿Acaso hay un problema con los estudiantes blancos en California? ¿Tienen padres a quienes les importa menos su educación al compararlos con los padres de Connecticut o Iowa? Nadie se pregunta esto al hablar de los estudiantes blancos.
Sin embargo, al hablar sobre el bajo desempeño de los estudiantes latinos o afro-americanos hay muchos que dicen que se trata de factores culturales o familiares.
En un reporte que publicamos este mes ofrecemos una explicación distinta. Esto trata con los problemas de aprendizaje a los que se enfrentan estudiantes de todos los grupos raciales —le llamamos "disparidad de oportunidades".
Con esto queremos decir que el estado de California queda muy por detrás de los demás estados cuando se trata de proveer las oportunidades que son fundamentales para que los estudiantes puedan aprender, punto.
En promedio, las condiciones en las escuelas son malas para todos los estudiantes. Existe una escasez de maestros bien calificados, de consejeros, de cursos de preparación universitaria y muchas escuelas sufren de sobrepoblación. Estos problemas son mucho más comunes en las escuelas a las que asisten estudiantes latinos y afro-americanos.
Lo que es más, estos problemas se pueden identificar y remediar fácilmente al aumentar la inversión estatal.
El lograr alcanzar las altas normas educativas no es solamente cosa de motivar a maestros, estudiantes y padres a "darle más duro". California no ha invertido en sus escuelas lo que le corresponde para lograr el nivel que esté a la medida de sus normas. Nuestra pobre infraestructura no puede proveer las oportunidades que estos objetivos exigen.
Para verdaderamente disminuir la disparidad entre grupos raciales y a nivel nacional será necesario dirigir nuevos recursos a los estudiantes a quienes más les han faltado las oportunidades fundamentales para aprender.
John Rogers y Jeannie Oakes son directores del Institute for Democracy, Education and Access de UCLA.